Memoria: El desafío programático planteado por el cliente era generar 3 casas en una: Un dormitorio principal integrado a los espacios comunes y dos “departamentos” en el segundo piso, más independientes para dos de sus hijos con sus familias. El proyecto plantea un espacio central, en doble altura, que hace de “bisagra” entre todos los espacios y que proyecta una terraza-puente en el segundo piso que se “abalcona” sobre la terraza techada junto a la cocina y el estar. Estos espacios intermedios, que se abren hacia la vista al mar como en una cuña, pasan a ser el corazón de la casa.
El desafío constructivo-estructural del proyecto fue hacer todo en paneles SIP , sin refuerzos metálicos (para evitar la alta corrosión salina del lugar), logrando volados de más de 1,5 metros. La casa se plantea en base a “costillas” estructurales, que sostienen los volados y que modulan los espacios y ventanas.