Ubicación: La invernada, precordillera de la VI región.
Cliente: Jürguen y Francisca Pazols (E.P.)
Arquitecto patrocinante: Rodrigo Rojas Goldsack
Calculista: Rodrigo Rojas Goldsack
Encargo: Una cabaña de 50 m2 en la montaña, con un presupuesto muy limitado. Se solicita un dormitorio principal, dos dormitorios de niños y un espacio común (cocina-comedor-estar).
El proyecto juega con los niveles para generar un altillo, en el que los dormitorios de los niños quedan abalconados sobre el espacio común, generando una sensación de amplitud espacial y permitiendo calefaccionar todos los espacios con una bosca. La casa considera el revestimiento de zincalum emballetado pintado de plomo en techos y muros, una solución económica y funcional al clima, que además genera el efecto de un “manto” que cubre la casa en forma pareja.