Mandante: Jorge Rojas Zegers y María Ester Goldsack
Arquitecto patrocinante: Rodrigo Rojas y Andrés Maiz
Arquitecto colaborador: Esperanza Lorca
Encargo: Un Quincho, lugar de fuego y de fiesta, para acoger a una familia de 16 adultos y más de 25 niños.
Se requieren 4 zonas: la reunión en torno al fuego + la mesa y la fiesta + la parrilla y el mesón del bar + el lavado y la alacena.
La oportunidad surge al cambiar el techo de la enorme casona. Antiguas planchas de fierro oxidado quedan libres para ser utilizadas. La estructura es simple: pilares dobles de pino oregón abrazan sendas vigas que cubren una luz de más de 5 mts. Entre los pilares, tragadas, costaneras reciben las planchas que lucen su óxido en la fachada posterior. Hacia el frente, un generoso alero se abre a la vista del parque y descansa sobre troncos de roble rescatados del predio. El espacio central es dominado por una enorme mesa (de 3,8 x 1,6 mts) construida en base al piso de parquet de una casa demolida.
La estructura es simple, todo está en los detalles.